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domingo, 26 de abril de 2020

HONESTAMENTE



La verdad es que me siento muy cansada.
Lo cierto es que me siento frustrada.
El muchacho que me gusta no me habla.
El otro al que deseo está muy lejos.
Mis ganas de vivir se fueron por la ventana.
Y ahora publico esto con la intención de encontrar a alguien que me entienda.
Pero lo cierto es que soy egocéntrica...
Como si todo esto a alguno de ustedes le importara.

domingo, 19 de abril de 2020

BREVE NOTA SOBRE LA COTIDIANIDAD CARAQUEÑA




Bulevard de Sabana Grande. 7:30 AM.

Voy camino al trabajo, y a la altura de la estación del metro "Sabana Grande", veo un montón de gente reunida alrededor de un poste de luz.

Me acerco. Puedo ver cómo amarran a un joven de unos dieciséis años aproximadamente.


Tengo miedo.


Le pregunto a una señora el por qué.

Respuesta: Robó a unos viejitos, unos buhoneros allá arriba. Lo van a linchar.


La gente se prepara. Están furiosos.


Algunas mujeres gritan: ¿Cómo es posible que hagan eso? ¡Es solo un niño!


Un hombre canoso, indignado, responde:

¡Ah! ¡Pero cuando matan a alguien ya no son niños!¡¿Verdad?!


Siento ganas de llorar, pero no por el chamo. No porque sintiera lástima por él, o algo que se le acercase. Siento ganas de llorar por lo que estamos obligados a hacer. Por lo monstruosa que se ha vuelto la sociedad venezolana. Siento ganas de llorar, por lo que nos hemos hecho a nosotros mismos.

¿Que si lo lincharon? Bueno, no lo sé. No me quedé a ver.

Además, iba tarde al trabajo.

lunes, 13 de abril de 2020

¡TIEMPOS DE CUARENTENA!

Después de un año y algo más sin siquiera molestarme en pensar en este blog, durante estos días de reflexión extrema, lo recordé y he decidio retomarlo progresivamente.
Ahora tengo más tiempo que nunca, pero las preocupaciones siguen siendo las mismas, aunque sí es verdad que toda esta locura del coronavirus me ha permitido dedicarme un poco más a las cosas que realmente me gustan pero que nunca (o casi nunca) hago por estar demasiado cansada.

En fin.

Estos días estaré publicando una serie de relatos de hace cuatro años, los cuales estaban colgados en una plataforma llamada Sttorybox, la cual, ha decidido cerrar y por ende, eliminar toda su información junto con su existencia.

Como soy bastante egocéntrica, me causó bastante dolor la idea de perder mis escritos, así que, los he rescatado y eso será lo que verán en los próximos días.


Sin más que agregar y deseándoles una buena y (no tan) productiva cuarentena, me despido.